Ir al contenido principal
EMT Blog
Artículo15 de septiembre de 2022

El doblaje en la era de la TAV: ¿qué podemos esperar?

Por Gabriela FlisyTomas Senda,Lingüística Aplicada, Instituto de Lingüística Aplicada de la Universidad de Varsovia. Traducción al español por Julie Simoens y revisión por Rani Clerdy en el marco de una Simulación de una empresa de traducción, Master of Arts in Translation, Vrije Universiteit Brussel

Movie projector

Foto de Jeremy Yap en Unsplash

No hace tanto tiempo, muchos artículos sobre la traducción audiovisual partían de sentimientos similares, afirmando que se trataba de un territorio nuevo e inexplorado. Si bien esto pudo haber sido cierto hace un cuarto de siglo, el panorama de la TAV ha cambiado drásticamente, sobre todo en la última década. Y con este rápido cambio, los académicos, tan acostumbrados a divisiones y clasificaciones nítidas, podrían encontrarse una vez más entrando en aguas desconocidas. Sin embargo, antes de adentrarnos en lo que depara el futuro, es importante entender la base sobre la que se construyeron nuestras predicciones.

La historia de la traducción audiovisual está, por supuesto, estrechamente relacionada con la historia de la cinematografía. Aunque mucha gente cree que la película Workers Leaving the Lumière Factory (1895) de los hermanos Lumière fue la primera película jamás rodada, la verdad es que apareció siete años después de que Louis Le Prince filmara Roundhay Garden Scene, una película de dos segundos que muestra a su familia paseando por un jardín, y que se cree que es la película más antigua que se conserva (Guinness World Records 2022, 2021). Ambas películas duraron solo unos segundos, sin embargo, el rápido desarrollo de la tecnología a finales del siglo XIX pronto permitió a los artistas rodar películas más largas que contenían argumento. Como esas películas eran mudas, los elementos de la intriga y los diálogos se transmitían mediante intertítulos, es decir, simples paneles de texto insertados entre las tomas de un rollo de película (Ivarsson, 2004). Por supuesto, durante la era del cine mudo, la cuestión de la traducción tenía una solución bastante simple: bastaba con recortar los paneles originales y sustituirlos por intertítulos en la lengua de destino. El panorama de la TAV se hizo más complejo a finales de la década de 1920, cuando empezaron a llegar a los cines las primeras películas sonoras y la inserción de intertítulos, de hecho, dejó de ser un método de traducción viable. Por supuesto, desde que en el cine sonoro se empezó a sincronizar la música grabada y el habla, surgió rápidamente la idea de lo que hoy conocemos como doblaje. Aunque muchos lo consideraban demasiado complejo y caro, las producciones dobladas se proyectaron en los cines ya en la década de 1930 (O'Brien, 2019). Muchos también experimentaron con varios métodos para mostrar el texto con un proyector independiente o para añadir el texto posteriormente al propio rollo de película, lo que finalmente dio lugar a la creación de lo que ahora conocemos como subtítulos. La historia de la locución en off es más difícil de trazar, ya que los países poscomunistas, incluyendo Polonia, la tratan casi exclusivamente como un modo de traducción audiovisual. En Polonia, la técnica surgió en la década de 1960, cuando el único estudio de doblaje autorizado por el estado tuvo cada vez más dificultades para cumplir con los ajustados plazos de entrega y, por tanto, decidió recurrir a la locución en off como una alternativa más fácil de producir (Plewa, 2015). Como también era significativamente más barata, se convirtió en el modo de TAV por defecto para las producciones de televisión durante la década de 1980, cuando Polonia entró en una crisis económica (Plewa, 2015).

Los diferentes modos de traducción audiovisual se hicieron populares en diferentes países y su desarrollo fue influenciado por razones tanto políticas como económicas. En función de su tipo preferido de TAV, los países se clasificaron entonces en países de doblaje, de subtitulación o de locución en off (Gottlieb, 1998). Los países de doblaje suelen ser naciones ricas con grandes audiencias potenciales. Quizás el ejemplo más conocido son los países FIGS: Francia, Italia, Alemania y España (Gottlieb, 1998). Cabe destacar que los países de doblaje pueden tener una historia de régimen totalitario y censura, ya que el doblaje, al reemplazar por completo la pista de voz original, es más propenso al control y la propaganda (Danan, 2002). Los aspectos económicos también pueden arrojar luz sobre la razón por qué la locución en off, aunque la voz original siga siendo audible, se hizo popular en los países menos prósperos del antiguo bloque del Este, ya que su producción era mucho más barata que el doblaje. Sin embargo, las razones financieras no deben utilizarse como regla general, ya que algunos de los países de subtitulación ampliamente reconocidos se encuentran en Escandinavia, donde se presume que los estados son ricos.

Si bien los estudiosos se acostumbraron a la clasificación de Gottlieb (1998), es posible que pronto se quede obsoleta, si aún no lo ha hecho, ya que la creciente popularidad de los servicios de vídeo bajo demanda (VOD) ha cambiado el mercado para siempre. Aunque la clasificación de Gottlieb se basaba en las preferencias, en realidad se trataba más bien de lo que estaba disponible para los espectadores. Antes de que las plataformas de streaming como Netflix, Amazon Prime, HBO Go y similares entraran en el mercado de películas y series, las opciones de los espectadores estaban limitadas de dos maneras principales. Dejando a un lado la cuestión de la censura, el público solo podía ver lo que los responsables del canal habían seleccionado previamente y la gente no tenía voz ni voto en la selección del modo de traducción audiovisual. Los servicios de vídeo bajo demanda no solo prometen una amplia selección de contenido, sino que también suelen ofrecer diversos servicios de accesibilidad, desde subtítulos para sordos y personas con problemas de audición, hasta doblaje, audiodescripción y locución en off, dependiendo del país. Además, se puede cambiar fácilmente de idioma, lo que significa que, ahora, los espectadores pueden elegir no solo el contenido en sí, sino también su modo de traducción audiovisual (realmente) preferido y el idioma en el que desean ver la película. Un estudio reciente muestra que, a causa de la abundancia de opciones, los espectadores empiezan a cambiar sus hábitos. Por ejemplo, los jóvenes son cuatro veces más propensos a elegir subtítulos, aunque tengan menos problemas de audición que sus mayores (Youngs, 2021).

Sin embargo, vale la pena señalar que el número cada vez mayor de producciones que se realizan aparentemente sin cesar también puede afectar negativamente a los espectadores, así como al propio mercado de la TAV. A pesar de que nunca ha habido tantas oportunidades laborales, con plazos cortos y tarifas bajas los traductores y subtituladores cualificados están abandonando el sector (Bryant, 2021). A su vez, esto puede repercutir negativamente en la calidad de los servicios de TAV. La situación se volvió tan preocupante que llamó la atención de los principales medios de comunicación (ver Bisset, 2022 y Motamayor, 2022).

Otra práctica de la industria que podría cambiar por completo el panorama es el uso de inteligencia artificial para crear doblajes. Desde los inicios del doblaje, uno de los mayores desafíos a la hora de traducir una película consistía no solo en transmitir el significado original (siempre que no se intentara censurar u ocultar el original), sino también en sincronizar los movimientos de los labios de los personajes con los enunciados traducidos. En los últimos años, la nueva tecnología de ultrafalsos y redes neuronales ha permitido a los expertos en IA manipular vídeos ya existentes. Además de vídeos divertidos de presidentes, jefes de estado y otros funcionarios respetados afirmando cosas muy por debajo de su posición, también dio lugar a que empresas utilizaran esta tecnología para producir doblajes «perfectamente» sincronizados. En 2021, Flawless AI publicó un breve fragmento de Forrest Gump doblado al español y al japonés, en el que los movimientos de los labios de Tom Hanks fueron cuidadosamente manipulados para que coincidieran con la traducción audible, dando la impresión de que el actor es al menos trilingüe.

Aunque la traducción audiovisual sigue siendo un campo de investigación bastante joven en comparación con los estudios literarios o incluso con la ASL, el rápido desarrollo tecnológico de los últimos cien años ha implicado muchos cambios. A partir de 2022, gracias a las plataformas de vídeo bajo demanda que se están apoderando del mercado, los espectadores tienen más opciones no solo en cuanto al contenido en sí, sino también en cuanto a su modo de traducción audiovisual preferido. Por consiguiente, las fronteras antes claras entre los países de doblaje, de subtitulación y de locución en off se han vuelto más difusas. Desafortunadamente, la abundancia de películas y series de televisión, combinada con plazos cortos y salarios bajos, puede repercutir negativamente en la calidad de los servicios de TAV. Es más, a medida que la inteligencia artificial y la síntesis de vídeo van en aumento, el problema de la sincronización pronto podría convertirse en cosa del pasado, permitiendo a los traductores de doblaje concentrarse menos en la sincronización labial y más en el contenido, lo que facilitará mucho su trabajo, pero también lo hará menos creativo y desafiante, eliminando la artesanía de la descripción del trabajo.

Referencias

Bisset, J. (11 de febrero de 2022). Inside the dying art of subtitling. CNET. https://www.cnet.com/culture/entertainment/features/inside-the-dying-art-of-subtitling/

Bryant, M. (14 de octubre de 2021). Where have all the translators gone? The Guardian.

Danan, M. (2002). Dubbing as an Expression of Nationalism. Meta, 36(4), 606–614. https://doi.org/10.7202/002446ar

Gottlieb, H. (1998). Subtitling. En M. Baker (Ed.), Routledge encyclopedia of translation studies.  (1a ed.). Routledge.

Guinness world records 2022. (2021). Guinness World Records Limited.

Ivarsson, J. (2004). A Short Technical History of Subtitles in Europe. Transedit. http://www.transedit.se/history.htm

Motamayor, R. (31 de mayo de 2022). Every Language Everywhere All at Once. Vulture. https://www.vulture.com/article/localization-translation-international-streaming.html?fbclid=IwAR3MgTJGJUxaLvWkqSXqjVekE-FnwL1spTr8dMuaDvCaTG2burJMMTs5bDk

O’Brien, C. (2019). Dubbing in the early 1930s: An improbable policy. En C. O'Brien, The Translation of Films, 1900-1950 (pp. 177-190). British Academy. https://doi.org/10.5871/bacad/9780197266434.003.0010

Plewa, E. (2015). Układy translacji audiowizualnych. Wydawnictwo Naukowe Instytutu Komunikacji Spejalistycznej i Interkulturowej Uniwersytet Warszawski. Youngs, I. (15 de noviembre de 2021). Young viewers prefer TV subtitles, research suggests. BBC.

 

Detalles

Fecha de publicación
15 de septiembre de 2022
Idioma
neerlandésinglésespañol
Categoría EMT
Actividades de la red EMT